Noticias internacionales del sector agroalimentario

EL SALVADOR: Exportaciones crecieron 10% hasta marzo. De enero a marzo, El Salvador exportó US$1,601 millones, según el Banco Central de Reserva (BCR). El ritmo de las exportaciones ha generado mucho optimismo en el sector. Silvia Cuéllar, directora ejecutiva de la Corporación de Exportadores de El Salvador (COEXPORT) dijo que «estamos contentos con ese aumento del 10%, vamos a ver cómo se comporta abril». Los registros del BCR indican que en marzo el país exportó US$147 millones más que en marzo del 2020. Según el banco,75 % de los sectores tuvieron crecimiento, destacándose los productos refinados de petróleo, fabricación de textiles y prendas de vestir y las maquilas. Cuéllar explicó que se trata de un trimestre donde siempre hay pedidos de cualquier producto porque se están cambiando, «todos los rubros aumentaron menos alimentos, ¿por qué? porque debido al covid-19 muchos compraron reservas. El problema es que esa materia no le alcanzará para el resto del año y los costos serán más altos». (Fuente: laprensagrafica.com)

PANAMÁ: El sector privado panameño presentó 47 propuestas muchas de las cuales son complementarias con el Plan de Recuperación que ejecuta el Gobierno Nacional, durante la conformación de la Comisión de Alto Nivel para la reactivación económica. De este portafolio de 47 propuestas,16 son transversales que afectan otros sectores y 31 inciden en diversos sectores, como energía, industrias, finanzas, construcción, agropecuaria y turístico, entre otras. El monto global de inversión de las propuestas asciende a US$4 mil millones, con una generación de 140 mil empleos directos y 68 mil indirectos. Cabe recordar que el Gobierno Nacional y presidentes de los principales gremios del sector privado, encabezados por el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CoNEP), acordaron la mañana de este lunes 19 de abril, conformar una Comisión de Alto Nivel para facilitar y brindar soporte, apoyo, análisis, evaluación, implementación y seguimiento a propuestas para la reactivación económica del país. (Fuente: elcapitalfinanciero.com)

PANAMÁ: Roberto Artavia, presidente del consejo directivo del INCAE, sugiere reformas urgentes en educación y salud. ‘Panamá puede llegar a ser el primer país desarrollado de América Latina, pero todos necesitamos creer’. “Panamá es el quinto país de América Latina en progreso social. El ingreso per cápita del país ajustado por la paridad del poder adquisitivo es el más alto de América Latina, esto significa que si tuviéramos un buen ritmo de conversión del ingreso en progreso social, seríamos una maravilla… el problema radica en que hemos crecido económicamente, pero con una creciente desigualdad, desempleo, crecimiento de la pobreza, y eso se ve reflejado en nuestra sociedad actual”, reconoció el presidente del consejo directivo del Incae Business School, Roberto Artavia Loría, durante el conversatorio ‘Megatendencias globales y su impacto sobre la realidad de Panamá en la postpandemia’, dirigido por Gerardo Berroa Loo, director de La Estrella de Panamá. El también vicepresidente y fundador del Social Progress Imperative resaltó que “Panamá es un país que fue muy exitoso respecto a su crecimiento económico e incluso por encima de países de la región como Chile, Costa Rica y Uruguay, pero que desde 2011 viene decreciendo por esa desigualdad creciente y un progreso social comprometido en muchas áreas, que cuando “nos comparamos con naciones (Estonia, Lituania, Rusia, Trinidad y Tobago, Turquía, Portugal, Croacia) con un nivel de ingreso similar, nos encontramos que estamos rezagados en acceso a educación básica y superior, a la información y comunicaciones, en libertad personal y de elección, en cuidados básicos, es decir, que en aspectos de política social nos hemos quedado atrás”. Según Artavia, en Panamá “necesitamos soltar todas las amarras y desplegar todas la velas”, es decir, “simplificar todos los trámites burocráticos a nivel nacional y municipal. Aumentar el acceso a capital, crédito y capacitar técnicamente a la población para poder invertir y producir en innovación de manera inmediata”. (Fuente: laestrella.com.pa)

LA REGIÓN: 3 grandes riesgos que enfrentan quienes quieran hacer negocios en América Latina (y qué ventajas ofrece la región).

El centro de análisis Economist Intelligence Unit (EIU) publicó recientemente un informe en el que recoge los tres grandes riesgos que enfrentan quienes quieran hacer negocios en la región. La realidad es que el panorama económico en Latinoamérica es incierto, igual que en gran parte del mundo, por los efectos de la pandemia de coronavirus. Si en los próximos meses disminuyen las restricciones a la movilidad, «comenzaremos a ver una recuperación más sostenible en la segunda mitad de este año», le dice a BBC Mundo Fiona Mackie, directora regional para América Latina del EIU y autora del estudio.

Este es un gran año electoral para Latinoamérica, donde pueden cambiar los equilibrios de poder, en un momento de altas demandas sociales y poco espacio de maniobra para los gobiernos para mantener o aumentar el gasto público.

Estos son los tres grandes riesgos en la región para los inversores según el análisis del EIU:

  1.  Riesgo político

El calendario de comicios en América Latina para este año incluye un «super domingo electoral» el 11 de abril: hay elecciones presidenciales en Perú, segunda vuelta para elegir gobierno en Ecuador y además, ese mismo día, Chile elige por voto popular a los representantes que estarán encargados de redactar una nueva Constitución para el país. Chile también tendrá presidenciales el 21 de noviembre. Y ese mismo mes hay comicios previstos en Honduras y Nicaragua. Además, los gobiernos de Andrés Manuel López Obrador en México y de Alberto Fernández en Argentina tendrán tests de popularidad en junio y octubre respectivamente, con elecciones legislativas de mitad de mandato.

Uno de los mayores riesgos que identifica el análisis de EIU es que ganen terreno líderes considerados como outsiders, que se presentan como ajenos al sistema político y ofrecen promesas electorales de corto plazo que pueden afectar el desarrollo de los países a largo plazo. Otro tema que destaca el análisis es que el malestar social está aumentando en varios países de la región producto de la crisis económica, pero también por problemas estructurales que Latinoamérica no ha resuelto en las últimas décadas como la corrupción, la pobreza o la inseguridad.

  1. Riesgo económico

Uno de los grandes desafíos, señala es estudio, es la manera en que los gobiernos latinoamericanos van a gestionar las demandas de un aumento del gasto. A eso se suman riesgos de solvencia, un aumento de la inflación en algunos países y presiones en las monedas locales en relación al dólar. «Brasil es uno de los países que nos preocupa porque puede enfrentar un riesgo de solvencia», dice Mackie. Y en la medida que se acaben los estímulos fiscales en la región, más crecerá el descontento social, apunta.

En ese sentido los gobiernos tienen decisiones muy difíciles que tomar en relación a cómo financiarse, cómo gastar los recursos, cómo lidiar con sus déficits fiscales y qué políticas tributarias seguir.

 

  1. El riesgo de que cambien las reglas del juego

Este riesgo está asociado a la modificación de políticas fiscales de largo plazo que pueden alterar las reglas del juego para los inversores. Debido al gran gasto fiscal en el que han tenido que incurrir los gobiernos para hacer frente a la pandemia, se están incubando propuestas de cambio en algunos países en relación a las políticas fiscales, mercado laboral y legislación de la actividad comercial, señala el análisis. «Creemos que en algunos mercados existe el riesgo, por ejemplo, de políticas de competencia desleal que favorezcan a las empresas nacionales sobre las extranjeras», explica la experta. Y en otros, una creciente amenaza sobre la independencia de los organismos reguladores y sobre las normas que rigen a sectores como la minería, la energía y la agricultura.

 

Las ventajas que ofrece la región

Mackie ve que en América Latina hay mucho potencial desde el punto de vista de la fuerza laboral, ya que en algunos países existen las habilidades para desarrollar productos manufacturados con mayor valor agregado. Otra ventaja que destaca la analista es que en la región existe un fuerte sentido de emprendimiento y ciertos niveles de conocimiento en áreas tecnológicas.

Desde otra perspectiva, los países que conforman la Alianza del Pacífico -Chile, Colombia, México y Perú- han estado mirando hacia el exterior, promoviendo el desarrollo del sector exportador y potenciando el crecimiento del libre comercio, algo que les ha generado beneficios, según la autora del informe.

Otro elemento positivo, dice, es que Latinoamérica está en proceso de exportar productos con mayor valor agregado y no solo materias primas. Eso vuelve a la región menos vulnerable a las volatilidades de las alzas y las bajas en los precios de los commodities. (Fuente: BBC Mundo).