La industria de alimentos y bebidas trabajará para evolucionar con la digitalización y así atender al consumidor inteligente.

Actualmente, la industria de alimentos y bebidas se prepara para atender al consumidor inteligente, que es más exigente y consciente de sus decisiones sobre la cesta de la compra y los alimentos saludables. De acuerdo con Enrique Porta, socio responsable de consumo y retail de KPMG en España, en los próximos años, la industria de alimentos y bebidas enfrentará una doble transición, saludable y sostenible.

Los consumidores cada vez están más informados, son más exigentes y se han acostumbrado a los más altos estándares de calidad, sabor, textura y variedad. Por ello, demandan estas máximas exigencias en los alimentos y bebidas que consumen. Desde la pandemia, la seguridad es una de las principales preocupaciones de los consumidores. La industria de alimentación y bebidas en Europa es una de las más reguladas; de acuerdo con la FIAB, la seguridad de los productos está garantizada.

A esta preocupación por la seguridad se suma una tendencia creciente respecto a una alimentación más saludable y consciente, en la que el consumidor lee el etiquetado nutricional de los alimentos y, a la vez, valora mucho más el producto fresco, local y de temporada.

Debido al ritmo de vida tan ajetreado y la dedicación de menos tiempo a la compra y a la cocina, están creciendo cada vez más los productos procesados saludables como alternativa a la comida rápida y procesados de baja calidad. El alza de la oferta de productos o platos preparados saludables es cada vez mayor en los supermercados. Un informe de consumo alimentario de España refleja un alza del 11.3% del consumo de platos preparados.

Igualmente, los restaurantes de servicio a domicilio que ofrecen comida saludable no paran de crecer y hacerse hueco en las apps de entregas. Cada vez se difuminarán más las fronteras en la cadena de valor del sector y esto dará pie al desarrollo de los canales digitales.

(Food Tech, Julio)

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