Productores de piña del oriente del país demandan mayor asistencia de las autoridades, ya que hasta ahora el proceso de conservación, siembra y postcosecha es empírico
Para evitar la degradación de los suelos, los productores de la zona de Ticuantepe y La Concepción desarollaron técnicas para preservar el recurso, esto según José Antonio Marenco, presidente de la Asociación de Productores de Pitahayas de Nicaragua, organización que también maneja el tema de piña.
De acuerdo a Marenco, hay zonas en que el cultivo de piña es tecnificado y para evitar la erosión usan técnicas como siembras a través de curvas de nivel, barreras vivas, fosas de conservación de suelo y agua, etc. Asimismo, eliminan las malezas de forma manual o usan machete, para evitar el uso de agroquímicos que puedan afectar el fruto y el suelo.
En dicha zona se cultivan unas 800 hectáreas de piña de la variedad montelirio, ya que según Marenco el costo de la semilla es menor, mientras que las de la variedad golden el precio de la semilla alcanzó los US$0.40 centavos el año pasado, un costo dos veces mayor. “La variedad golden se cultiva más en la zona de Nueva Guinea (Caribe del país)”, explicó Marenco, quien destacó la necesidad de recibir mayor atención técnica de parte del Ministerio Agropecuario y Forestal (MAG) y el Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA).
Hasta ahora los productores hacen sus propios cálculos, en una hectarea siembran poco más de 40 mil matas, de la primera cosecha obtenida a los 18 meses van dejando el material de regeneración para asegurarse que la siguiente cosecha sea igual de buena que la primera.
“En una primer cosecha podemos sacar 15 mil unidades, una buena cantidad y con excelente calidad, sin embargo nos gustaría tener un precio fijo en el mercado porque ahora hay inestabilidad y los precios de fertilizantes y otros productos están caros”, resaltó Marenco.